Ofrendas a trabajadoras sexuales y al activista que luchó con ellas

AleNatalia
5 min readNov 3, 2020

Condones, tacones, latas de cerveza, alcohol de caña, cigarros, dulces, peines, flores de cempasúchil, veladoras, papel picado y los nombres de decenas de trabajadoras sexuales muertas son parte de la ofrenda que desde 1999 se monta en la avenida Puente de Alvarado esquina Buenavista, a un costado del metro Revolución, en esa zona el comercio sexual es parte de la cotidianidad, no obstante el oficio es acechado por la violencia y las drogas.

El altar es en memoria a las trabajadoras sexuales que murieron por violencia de género, drogadicción, VIH y últimamente por el COVID-19, la ofrenda está llena de elementos que acompañan al trabajo sexual y este año se sumó la fotografía de Jaime Montejo, activista defensor de los derechos de las personas que se dedican al sexoservicio, que en sus últimos días de vida busco apoyos para que la pandemia no afectará tan severamente al sector que apoyaba, de las últimas zonas de trabajo sexual que visto fue Revolución y el día de muertos se le recuerda con aprecio, respeto y agradecimiento.

Este año miles de rostros se sumaron a las ofrendas. El COVID-19 ha terminado con la vida de más de 92 mil personas tan solo en México. El 5 de mayo del 2020 dejó de latir corazón del encargado de comunicación y fundador de la organización civil Brigada Callejera en Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez” AC, aunque Jaime Montejo vive en cada acción, legado de emancipación y lucha que la Brigada le ha otorgado a las personas que se dedican al trabajo sexual, en la Merced, Revolución, en Tapachula y más.

Montejo también fue un periodista enfocado en la comunicación libre y comunitaria, sus notas informaban sobre el trabajo sexual y los abusos, en el medio “Noti-Calle” escribía los andares en el trabajo sexual en el país.

La ofrenda de Revolución

En las pancartas que adornar la ofrenda de Revolución se leen mensajes para Jaime: “Comandante Jaime Montejo siempre humano y siempre luchador, tu abandonaste nuestro derechos en la trinchera de la dignidad y el combata artero a la corrupción. Tu presencia existe en la imprecensia histórica del recuerdo, asumiste la responsabilidad que el gobierno no enfrentó por eso él te mató. ¡Vengaremos tu muerte! ¡Hasta siempre comandante!”.

El rostro de Jaime en forma de calaca también adorna el altar, además el dibujo de un catrín y catrina que a su alrededor tiene nombres o apodos como: Trevi, Chayo, Flor, Beky, Susana, La Barbie, Lidia, La Patona, Tania, Estrella, Leticia Perdigón, Ana la Sabrosita, La Jarocha, Lucia, Lupita y más nombres, debajo de cada uno se lee la causa de muerte entre la que destaca el feminicidio, pero también hay muertas por sobredosis, VIH y una decapitada. Las víctimas de violencia de género en esta zona cumplen al pie de la letra con la frase que está en el altar: “El cliente dio la otra cara y las mató”.

Una de las trabajadoras menciona el motivo que inició el altar: “esta ofrenda es para aquellas que nunca volvieron a sus casas. El machismo, la ignorancia, la discriminación, todo eso nos mata. Pero nadie sabe nuestra historia y por qué llegamos a estar aquí”.

Jaime Montejo junto con Elvira Madrid son fundadores de Brigada Callejera, ambos se enfermaron en la pandemia que hoy azota al país, ella no pudo despedirse de su compañero de vida y el último sitio en el que lucharon juntos por las trabajadores sexuales fue en donde hoy se encuentra la ofrenda, ahí levantaron un campamento para dar alojo a quienes habían echado de los hoteles cuando cerraron una vez que se decretó el “Quédate en Casa”, pero muchas no tenían un hogar y fueron arrojadas a la calle.

La pareja fundadora de la Brigada alimentaron a las trabajadoras sexuales que vieron mermados sus ingresos durante el inicio de la pandemia, repartieron comida en Puente de Alvarado, a los pocos días enfermaron y previamente identificaron a trabajadoras sexuales con síntomas de COVID-19. Elvira Madrid no había regresado al último sitio donde camino defendiendo su causa a lado de Jaime, asegura que para ella es una emoción muy fuerte estar en este lugar no obstante agradeció las muestras de afecto y lamentó que en la actual pandemia han aumento los casos de otra enfermedad que combaten: el VIH.

La lectura de una calaverita en memoria de Jaime fue parte del evento, en ella se mencionó su frase favorita: “la ignorancia es atrevida”.

Homenaje en Brigada

Al mediodía del 2 de noviembre las trabajadoras sexuales se dieron cita en las oficinas de Brigada para escuchar una misa y homenaje a Jaime Montejo, de los momentos más estremecedores fueron las palabras de su compañera de vida Elvira Madrid quien aseguró que de las cosas más difíciles de morir de COVID-19 es no poderse despedir del ser querido, entre lágrimas hizo un llamado a mantener el compañerismo pese a la situación social y económica que ha dejado la pandemia.

Con la frase: “Nos queremos vivas” Rosa Icela Madrid, fundadora de Brigada Callejera invitó a las trabajadoras sexuales a seguirse cuidando del COVID-19.

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AleNatalia

Periodista. Sigo pensando que los principios no se negocian y que hay que buscar el estado ideal del ser para no ser el ser ideal del Estado